Del precio de la obra…

Del precio de la obra, para mi, no depende ni de la fama ni el talento de un artista.
La fama está relacionada con la cantidad de persona que te conocen y admiran tu trabajo.
El talento en cambio no “necesariamente” está relacionado a tu obra o la fama, el talento es algo que nos lo da Dios y nos toca a nosotros cultivarlo y descubrir.
Es ese Don que solo algunos descubren y lo dan a conocer de forma correcta,
Hay artistas que pretenden que su obra sea famosa y ellos en cambio pasan a un segundo plano y otros quieren ser ellos mismos más famosos que su trabajo.
Para mi, el equilibrio entre lo uno y lo otro, es lo que hace crecer a un verdadero artista, no es simulando o mintiendo que las personas van a validarnos como artistas, no se trata de que por tiranos fotos con gente famosa nuestro trabajo será famoso, ni si quiera de cuánto tiempo tu has trabajando en tu obras, se trata más de la capacidad de poder complacer los requerimientos de compra de nuestro trabajo, que del trabajo en sí.

En mi caso y contestando a algunas consideraciones que me han hecho, mi trabajo vale por el tiempo de elaboración de la obra, más que por el tamaño, (Esta vez una consideración personal y concepto mío muy Personal), en el caso de los artistas plásticos, regularmente, por formatos y tamaños, y en mi caso más por los resultados de la obra que por la obra en sí, un concepto algo abstracto, cada pez es diferente y único y hay algunos que son increíblemente irrepetibles, tanto que no se como valorarlos, pero al final impera la oferta y demanda y mi necesidad económica de seguir hacia mis metas de vida.
Aclaro por ende, que no tengo que vender una obra en miles ni en millones para ser artista o famoso, no hay dos cosas más divorciadas del éxito que esas dos cosas, el éxito no se mide hacia afuera, sino, hacia adentro, más bien se trata de cómo tú conoces tu don y cómo lo usas… y en qué!
Soy un artista y un artesano, y no tengo necesariamente que vender caro para ser lo que soy o tener fama para sentirme artista, con la fama no se come, ni nos relacionamos entre gente increíble que me profesan su admiración y amor para mi y mi trabajo.
De hecho son mis seguidores los que con sus comentarios y elogios han vestido mi corazón artesano de artista!

Seguiré trabajado, creando, reciclando, avanzando y expresándome a través de mis maderas viejas, que recojo yo mismo muchas veces, en cualquier esquina de nuestra amada patria, y las que transformo con el corazón en mis peces y los venderé en los precios que puedan pagar las personas, que de verdad, los valoren y que piense que cada peso pagado por mis peces ha valido la pena, pero mucho más, para todos los que los tienen, los guardan y los exhiben como un tesoro en sus hogares u oficinas con orgullo, esos todos son mis héroes y es precisamente, su Admiración, es la que me da las alas para seguir volando con mi imaginación en las profundidades de los océanos del pensamiento como un pescador errante en busca de la gloria !